Cómo comunicarme bien con el equipo

›A corto plazo, es más fácil callar que decir las cosas para no meterte en berenjenales.

Es más fácil hacer como que el monstruo que hay detrás de la cortina no está ahí porque total, si no lo miras no está, ¿no?

Meeeec, error. El monstruo se seguirá quedando ahí y cada vez más enfadado porque ha venido para decirte algo y no le estás haciendo caso.

El berenjenal en el que no te quieres meter, tendrás que abordarlo en algún momento porque solo no se soluciona, solo se enquista y crea una pelota de nieve muuuuy grande.

Es por eso, que es tan importante que como mánager te comuniques con el equipo. En realidad, es importante que te comuniques en todos los ámbitos pero se hace especialmente relevante cuando trabajas codo con codo 8 horas al día con las mismas personas 5 días a la semana.

›En el otro extremo de las personas que les cuesta decir las cosas, están los que lo dicen todo, están los sincericidas.  No te quedes mirando  la palabra así de raro ni la busques en la RAE que no está. Te explico en qué consiste:

Quizá tienes algún “amigo” de estos que sin que tú le preguntes te suelta un: “Pareces un árbol de Navidad con  jersey que te has comprado. Sabes que cuando algo te queda bien soy el primero en decírtelo pero es que ese jersey es horroroso, te lo tenía que decir”.

Vale, pues este amigo es un sincericida. Te suelta que tu jersey es horroroso porque es que “te lo tenía que decir”. ¿De verdad era necesario?

›No es cuestión de no decir nada como en el primer caso pero de soltar todo lo que se te pasa por la cabeza.

Es necesario comunicarse pero teniendo muuuuy claro si lo que vas a decir realmente aporta o no. En necesario pensar para qué dices lo que dices. Si es solamente para quedarte tú a gusto, pues piénsalo dos veces antes de soltarlo porque quizá al otro no le estás haciendo ningún favor.

Lo que tienen en común ambos extremos es que tienen que llegar a un equilibrio, y normalmente llega de la mano de cuidar las formas. Tener claro el qué y cuidar muchísimo el cómo.

›Para cuidar esas formas hay una herramienta de feedback que yo uso muchísimo y que sirve en ambos extremos. Al que no se atreve a decir las cosas le da la estructura necesaria como para sentirse seguro a la hora de comunicar y al sincericida le ayuda a organizarse el pensamiento para evitar soltar barbaridades.  

La incluyo en el programa PRO de Crece con el equipo, pincha para saber en qué consiste.

¡Disfruta de comunicarte!

Melisa Terriza