Tres básicos para tener reuniones provechosas

 

“Con la de cosas que tengo que hacer y estoy aquí sentada escuchando a Marc ponerse medallas. No sé para qué leches me han convocado a esta reunión si yo aquí no pinto nada. Ya sé que las hacen para que sepamos en qué punto está cada uno y que quieren que estemos todos pero deberíamos de hacer esto más ágil.

No nos podemos tirar 15 personas 2 horas metidos aquí, seguro que hay otra forma de hacer esto.

No es que no me interese pero es que justo este mes tengo muchísimo trabajo y en estas 2 horas habría avanzado un montón.

Voy a mirar al menos el correo y así me voy quitando emails”.

 
 

¿Te ha pasado esto alguna vez?

¿Sufrís de reunionitis aguda?

Es algo de lo que se puede salir, I promise. No es fácil y requiere que le eches un poco de valentía pero merece la pena.

Si te ves enfrascado en más reuniones de las que necesitarías, es hora de proponer alternativas y decir que no en alguna ocasión.

Cualquier reunión para que fuera ágil, debería cumplir estos 3 mínimos:

  1. Duración concreta de la reunión. Cuando no determinamos el tiempo que tenemos para la reunión puede ser que aparezca nuestro amigo Parkinson que nos dice que una tarea se extiende tanto como tiempo tengas para hacerla. Si no marcáis a la hora a la que acaba la reunión, es posible que se eternice. (Si quieres saber más sobre Parkinson y esta ley lo tienes aquí).

  2. Puntos importantes dela reunión. De esta forma la gente se podrá llevar las cosas preparadas y no será una reunión de la que después tendrá que salir otra.

  3. Asegúrate de que eres realmente necesario en esa reunión. ¿Cómo? Preguntando de forma asertiva. Te evitarás muchos momentos como los que te comentaba al principio del post.

Hay muchas reuniones que se podrían hacer en mucho menos tiempo o directamente ni tener.

La reunión que si o si debes de tener porque es la más importante como líder que lleva equipo, la charla de desarrollo con las personas del equipo.

Este año te invito a que la hagas de forma diferente y que la aproveches para crear un vínculo sólido de confianza con el equipo.

No sé cómo las hacéis en tu empresa pero normalmente lo que suele pasar es que el colaborador se tira un rato escuchando al líder, este le da los objetivos para el año que viene y chim pun, trámite hecho.

Te planteo hacerlo de forma radicalmente diferente. Este año será el colaborador el que te hable y será él, el que de forma consensuada contigo, pondrá sus propios objetivos.

Cuándo hagas la charla de la forma que te propongo, el colaborador terminará con sensaciones como la que hoy nos dicen cuando hacemos estas formaciones en las empresas:

  • “Al marcar el objetivo y que éste haya sido consensuado, la motivación es mucho mayor que antes del comienzo de la charla”

  • “Tras la charla y la confianza transmitida por mi líder, me siento completamente capaz de llegar al objetivo. Pese a tener muchas herramientas, sin la sensación de confianza la puntuación no sería de 10”

Si eres una empresa y quieres que te explique más sobre estas charlas de desarrollo, contéstame a este mismo email o rellena este formulario de mi web pinchado aquí.

Si quieres aprender a hacerlas, como líder a nivel particular, en el formato pro de mi programa “Cómo crecer con el equipo” lo tienes disponible.

Disfruta del día.

👊Lidérate para liderar👊

Melisa Terriza