El problema no es el estrés

 

No mires el móvil, mira la vida: escucha podcast.

El problema es que lo activamos constantemente con las películas que nos montamos.

El estrés tiene su función y sin él, nos habríamos extinguido. El tío tiene una capacidad brutal de poner tu cuerpo en estado de alerta para que responda ante un peligro. En segundos es capaz de dilatar tus pupilas para que veas el peligro venir, llevar sangre a los músculos y tensarlos para iniciar una posible lucha, hacer que el estómago y los riñones dejen de trabajar –¡porque estamos en mitad de un peligro no es hora de comer!-, aumentar tus palpitaciones y tu sudoración… En fin, que hace que veinte millones de cosas en tu cuerpo se pongan en marcha para protegerte, para que estés a punto en caso de peligro, que majo ¿no?

Vamos a empezar a hacernos besties diferenciando entre estrés esporádico versus estrés crónico ya que es ahí donde radica el problema. En lugar de activar el estrés de forma puntual para un riesgo real, lo usamos constantemente para todos los peligros que nos imaginamos en nuestras cabecitas. Cuando digo peligros, lo hago en un sentido muuuuy amplio de la palabra porque cuando nos contamos películas, tenemos una gran capacidad para convertirlas en películas dramáticas o de terror: desde un posible accidente real que no ha ocurrido pero que tú te imaginas hasta esa reunión que vas a tener con tu jefa para pedirle un aumento de sueldo o esa conversación con tu amiga que sabes que puede que no acabe bien.

Al ser cosas que te imaginas, no debería haber problema porque no están ocurriendo en realidad lo que pasa es que, tu mente, te cree por encima de todas las cosas. No distingue entre realidad y ficción por eso, cuando tú te montas la película de turno, se mete en el papel 100% y actúa como si fuera de verdad.

Ahora ya sabrás porque se te pone el corazón a mil cuando eres el siguiente en hablar en la reunión: efectivamente, tu mente se ha metido en el papel a muerte. Cree que los demás van a pensar que dices tonterías y que se reirán de ti y entonces te quedarás solo en el mundo porque nadie te querrá, así que te protege para que eso no pase 🤦‍♀️ Te puede parecer que lo estoy dramatizando, pero en el fondo, es lo que tu inconsciente te dice solo que no te das cuenta porque lo hace de forma muy rápida y muy sutil.

Pues ahora imagínate la situación de la reunión multiplicada por todas las veces que te montas alguna peli dramática en tu cabeza y tendrás como resultado: agotamiento del sistema. Al estar todo el día activando el estrés esporádico, el sistema cree que siempre hay alertas y activa tooodos los mecanismos necesarios por lo que, es normal que al llevar al cuerpo al límite, se ponga malito.

Nadie en su sano juicio, culparía al chaleco salvavidas de un accidente de avión sin embargo sí que lo hacemos con el estrés. Es bastante común que culpemos de todos nuestros males y nos hacemos un flaco favor con ello ya que ponemos el foco en el lugar erróneo. (Clica para compartir en Twitter)

Cuando culpamos al estrés de nuestros males, estamos dejando de mirar que somos nosotros los que lo activamos y que por tanto, también somos capaces de desactivarlo por lo que podríamos comenzar a trabajar en el.

Ya sabes que una de mis herramientas favoritas para parar películas dramáticas -y evitar activar demasiado el estrés- es la meditación. Si no lo has hecho ya, te invito a que te tomes 10 minutos y pinches en el link para comenzar a bajar la cantidad de películas que te montas en la cabeza mientras caminas, practica con esta meditación caminando

Disfruta de dejar de activar el estrés.

👊Lidérate para liderar👊

Un abrazo bien grande!

Mel

P.D. ¿Tienes algún compi o amigo películero? Pásale el post, te lo agradecerán😊